lunes, 16 de enero de 2017

ODOTOPEDIATRÍA Y MIEDO: COMO AYUDAR A VENCERLO



Uno de los mayores retos de la odontopediatría es ayudar a los niños  a que se sientan cómodos y venzan su miedo a ir al dentista.

A nadie le gusta que le hurguen los dientes, pero hay algunas personas que sienten realmente pánico -odontofobia se llama- a enfrentarse cara a cara con el dentista. Expertos aseguran que el origen de este miedo está vinculado a experiencias vividas en la niñez, por ello, es muy importante que los dentistas asuman su responsabilidad de curar el trauma de los niños y que no lo arrastren hasta la edad adulta.

Los padres por su parte también tienen la obligación de contribuir: no debemos olvidar que los niños copian sus actitudes, por lo que es fundamental que no transmitan a sus hijos el miedo de acudir al odontólogo o de ir a una clinica dentista.
Queda claro pues que está en la mano de odontólogos y padres que los niños superen este temor para ayudarlos a mantener una higiene dental que dure toda su vida, pero ¿como hacerlo?




Causas de la odontofobia
El primer paso para vencer este temor es conocer las causas:
· Como ya hemos mencionado antes, una causa es el propio miedo de los padres.
· El miedo al dolor es otro motivo para temer la visita al odotopediatra, ya que muchos niños no acuden al dentista hasta que sienten un dolor grave, por lo que lo asocian.
· Si un niño no conoce el sitio al que va y no sabe lo que le van a hacer puede surgir el miedo a lo desconocido.
· Cuando ha sufrido malas experiencias previas en el dentista es normal que el niño desarrolle una fobia.


¿Qué hacer para ayudar a quitarles el miedo?
Si sigues estos cinco simples consejos la experiencia de acudir al odotopediatra será mucho más llevadera:

1- Convertir la visita al dentista en un hábito, que acuda a revisiones anuales y no solo cuando surja algún problema.Si el niño conoce a los doctores de antemano confiará más en ellos y no tendrá miedo de que le vayan a hacer daño.

2- El espacio de la clínica tiene que estar especializados en público infantil. Si un niño acude a una clínica adaptada a su edad (cuentos, decoración infantil…) se va a sentir mucho más relajado, y si además ve a otros niños que también están citados se normaliza la situación.

3- Que te atiendan buenos profesionales que sepan tratar con niños. El dentista ha de ser agradable y preguntarle por detalles personales de su vida (como su nombre, asignaturas favoritas, aficiones…), de esta manera se creará un clima de confianza que ayudará a ganarse su confianza.

4- Los pequeños incentivos también ayudan para hacer más amena la visita al dentista. Si le premias con regalos como pegatinas o pequeños juguetes y le felicitas por ser “tan valiente” no tendrá tanto miedo de volver.

5- Es fundamental también que el odontólogo le escuche y que le pueda contar sus miedos. Por otra parte, este no tiene que mentirle, no hay que decir que no le va a doler o no te van a pinchar. Así estamos perdiendo toda la credibilidad.

Y recuerda: ¡la salud dental diaria es lo más importante!


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