La
salud oral es una parte integral de la salud general del pequeño.
Los inconvenientes más prevalentes respecto a la salud bucal en los
pequeños en edad preescolar son las perturbaciones en el desarrollo
y desarrollo bucodental y la caries.
1). El
primer inconveniente por norma general se relaciona con hábitos
orales incorrectos, patrones alimenticios inapropiados y/o una
adquisición tardía de la masticación, que favorece el desarrollo
de maloclusiones.
2). El
segundo inconveniente, la caries, es hoy día la enfermedad crónica
más usual en la niñez y presenta graves repercusiones en la salud
general del pequeño, como dolor intenso o bien infecciones faciales.
Además, los pequeños con caries en la niñez precoz tienen mayor
peligro de presentar nuevas caries en la dentadura permanente.
Estudios
epidemiológicos
Los
últimos estudios epidemiológicos efectuados en pequeños españoles
en edad preescolar señalan que, con independencia de la comunidad
autónoma, prácticamente el 20% a los tres años tiene
caries y el cuarenta por ciento a los cinco años.
Dada
esta problemática actual, es lógico preguntarnos de qué forma
podemos revertir esta situación. Si tenemos en consideración que
entre los profesionales de la salud los pediatras son quienes tienen
la ocasión del primer contacto con el bebé y sus progenitores, y
quienes efectúan el seguimiento de su desarrollo y desarrollo, queda
patente la repercusión que ejercitan estos profesionales sobre el
bebé y su familia.
La herramienta clave para reducir la
prevalencia de la caries en los pequeños españoles es la educación
de la población, que debe comenzar precozmente.
Prevención
Para
prevenir la caries se recomendan algunos pasos estratégicos en
diferentes aspectos: lactancia materna, uso del biberón, uso del
chupete.
La
lactancia materna es de vital relevancia no solo para el
bienestar general, nutricional y psicológico del bebé, sino más
bien asimismo pues estimula un adecuado desarrollo y desarrollo del
aparato estomatognático. De ahí que se desaconseja la lactancia
materna nocturna tras la erupción del primer diente; asimismo si el
pequeño se queda dormido mientras que es alimentado, adecentar sus
dientes ya antes de acostarlo.
Se
señala el empleo de elaboras adaptadas solo en los casos en que la
lactancia materna no sea eficaz, cuando el pequeño presente una
enfermedad de base que fuerce a introducir elaboras adaptadas o bien
cuando la madre consuma medicamentos desaconsejados a lo largo de la
lactancia.
La ingesta se efectúa frecuentemente por medio del
biberón, y este solo debe emplearse como vehículo para
elaboras adaptadas. Otros líquidos, como los jugos y el agua, deben
ofrecerse en tazas.
El
empleo del chupete se considera normal en las sociedades
occidentales y se asocia normalmente al impulso para satisfacer las
necesidades de seguridad y contacto. Esto ha de ser anatómico,
retirarlo progresivamente desde los doce meses, y claramente cara los
dos años.
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